La transformación digital no se detiene. A medida que los entornos virtuales ganan protagonismo, también lo hacen las herramientas financieras que los impulsan. El metaverso —ese espacio digital inmersivo donde la interacción, el entretenimiento y el comercio convergen— está consolidando una nueva economía, y en su centro están las criptomonedas.
Aunque para muchos todavía suena a ciencia ficción, lo cierto es que ya existen mercados, servicios y modelos de negocio que operan dentro de estos espacios digitales tridimensionales, generando ingresos tangibles, oportunidades de inversión y desafíos regulatorios inéditos. La descentralización y la propiedad digital están reformulando los conceptos de trabajo, valor y pertenencia, mientras las criptos reemplazan al efectivo como medio de pago y resguardo de valor en mundos donde las reglas todavía se están escribiendo.
¿Por qué las criptomonedas son esenciales para el metaverso?
A diferencia de los videojuegos tradicionales, donde los tokens no trascienden el entorno virtual, las criptomonedas en el metaverso tienen valor en el mundo real. Permiten comprar activos digitales —como terrenos, indumentaria para avatares o entradas a eventos— y convertir esos activos nuevamente en dinero fiduciario. Este puente entre lo digital y lo físico habilita no solo el consumo, sino también la inversión, la creación de negocios y la participación en economías colaborativas descentralizadas.
Estas monedas digitales no están ahí por casualidad: son el combustible que permite el funcionamiento autónomo y global de estas nuevas plataformas. Actúan como unidades de intercambio, instrumentos de inversión e incluso mecanismos de gobernanza comunitaria.
Las monedas más utilizadas en los ecosistemas virtuales
Cada universo virtual cuenta con su propio sistema económico y, por lo general, con un token específico. Algunos de los más utilizados en la actualidad incluyen:
- MANA (Decentraland): permite adquirir parcelas digitales, crear experiencias interactivas y monetizarlas dentro de uno de los mundos virtuales más consolidados.
- SAND (The Sandbox): orientada al gaming y la creación de contenido, esta plataforma utiliza SAND tanto para transacciones como para decisiones de gobernanza.
- AXS y SLP (Axie Infinity): en este ecosistema centrado en la dinámica de juego para ganar (play-to-earn), los tokens sirven para jugar, invertir y participar en decisiones clave del entorno.
- ENJ (Enjin): especializado en la creación de ítems virtuales para videojuegos, su token respalda el valor de los objetos digitales.
Estas monedas reflejan el principio de descentralización: los usuarios controlan sus activos, los comercializan sin intermediarios y acceden a una economía digital global sin fronteras.
Propiedad digital: más allá del concepto inmobiliario
Lo que antes era un terreno de juego hoy es una inversión estratégica. Desde parcelas virtuales vendidas por cifras millonarias hasta espacios destinados a eventos, comercios o galerías de arte NFT, el real estate digital ha dejado de ser una rareza para convertirse en un activo de alto interés para empresas, fondos de inversión y marcas.
La lógica de oferta y demanda se replica en estos espacios, pero con una ventaja: la escalabilidad y la posibilidad de monetizar experiencias sin límites físicos. Esta dinámica abre una nueva categoría de inversión y plantea interrogantes sobre cómo gestionar la propiedad, la regulación y la fiscalidad en entornos no tradicionales.
Nuevas profesiones y servicios en la economía inmersiva
Al igual que la transformación digital impulsó el surgimiento de trabajos antes impensados, el metaverso está generando sus propios perfiles profesionales: desarrolladores de experiencias inmersivas, arquitectos virtuales, anfitriones de eventos digitales y asesores de moda para avatares, entre otros.
Los ingresos por estos servicios se cobran —en su mayoría— en criptomonedas, lo que acelera la adopción de estos activos como medios de pago válidos. El fenómeno también redefine la relación entre trabajo, identidad y tecnología, y anticipa un mercado laboral híbrido que se moverá entre lo físico y lo digital.
NFT: activos únicos que redefinen la exclusividad digital
Los tokens no fungibles (NFT) representan una nueva forma de propiedad, certificando la autenticidad de objetos digitales únicos. En el contexto del metaverso, estos activos toman protagonismo: permiten comprar vestimenta exclusiva para avatares, adquirir arte virtual o acceder a eventos limitados.
La valorización de estos objetos también se ve influenciada por las grandes marcas, que están incursionando activamente en este nuevo canal de engagement. Desde zapatillas virtuales hasta colecciones de arte inmersivo, los NFT fusionan cultura, economía y tecnología.
El desembarco corporativo
Multinacionales como Nike, Gucci y Coca-Cola ya están presentes en el metaverso. Algunas han lanzado productos exclusivamente digitales; otras, experiencias interactivas diseñadas para conectar con nuevas audiencias. Lo que comenzó como una apuesta experimental ahora forma parte de estrategias más amplias de posicionamiento y comunicación.
A su vez, compañías tecnológicas como Meta, Microsoft y Epic Games están invirtiendo sumas millonarias para consolidar estas plataformas. El objetivo: construir entornos donde confluyan trabajo, consumo y entretenimiento en un nuevo paradigma digital.
Riesgos y desafíos en la nueva economía virtual
Pese al entusiasmo, el metaverso y su economía cripto presentan riesgos que no pueden pasarse por alto:
- Volatilidad: los valores de los activos digitales pueden cambiar bruscamente.
- Falta de regulación: muchos marcos legales aún no contemplan estas tecnologías.
- Seguridad: los entornos virtuales siguen siendo vulnerables a ataques.
- Brecha de acceso: no todos los usuarios cuentan con la tecnología necesaria para ingresar plenamente a estas plataformas.
Además, la gestión de los datos y la privacidad en espacios hiperconectados plantea preguntas importantes sobre ética y gobernanza digital.
El caso argentino: adopción impulsada por necesidad
En Argentina, la adopción de criptomonedas ha crecido al ritmo de la inestabilidad económica. Esta misma lógica está empujando a muchos a explorar el metaverso como una oportunidad para diversificar ingresos y ofrecer servicios globales sin intermediarios financieros tradicionales.
Diseñadores, artistas y desarrolladores locales ya están participando en este nuevo ecosistema, vendiendo activos digitales o prestando servicios creativos. Si bien las barreras de entrada existen, la capacidad de adaptación y la creatividad argentina posicionan al país como un semillero de talento para estos entornos emergentes.
Una nueva economía exige nuevas respuestas
El metaverso y las criptomonedas están creando una estructura paralela que desafía las reglas tradicionales. Desde la perspectiva del compliance, surgen nuevos interrogantes sobre identidad, trazabilidad de activos, normas impositivas y regulación transfronteriza.
Las organizaciones deberán prepararse para este nuevo contexto, no solo desde lo tecnológico, sino también desde el diseño de marcos regulatorios que garanticen transparencia, seguridad y equidad. Porque el futuro ya no se anticipa: se programa, se diseña… y se tokeniza.
Fuente: https://www.unoentrerios.com.ar/metaverso-y-criptomonedas-como-los-mundos-virtuales-estan-usando-cripto-n10196021.html