La Unión Europea actualizó recientemente su listado de jurisdicciones bajo vigilancia reforzada en materia de lavado de activos, incorporando a diez nuevos países, entre ellos Venezuela, Mónaco, Kenia y Líbano. Esta decisión, que también incluyó la exclusión de otras naciones como Panamá y Emiratos Árabes Unidos, responde a una revisión técnica que busca reforzar la protección del sistema financiero europeo.
Para el ecosistema internacional de compliance, esta actualización no solo redefine prioridades regulatorias, sino que también implica nuevas exigencias para instituciones financieras, fintechs y operadores comerciales que interactúan con estas jurisdicciones.
¿Qué implica estar en esta lista?
Ser incluido en esta categoría por parte de la Comisión Europea conlleva mayores controles en operaciones transfronterizas, una intensificación en los procedimientos de debida diligencia y una atención más estricta sobre la trazabilidad de fondos. En términos prácticos, las entidades europeas deberán reforzar sus protocolos internos al operar con contrapartes en estos territorios.
La lista incorpora ahora a:
- Argelia
- Angola
- Costa de Marfil
- Kenia
- Laos
- Líbano
- Mónaco
- Namibia
- Nepal
- Venezuela
Estos países fueron identificados tras una evaluación técnica desarrollada por la Comisión Europea, en conjunto con información suministrada por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), organismo de referencia en la lucha global contra el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo.
Una dinámica global en constante ajuste
La exclusión de Panamá, junto con otros países como Jamaica, Barbados, Filipinas, Senegal, Gibraltar y Uganda, marca un giro importante. Según el comunicado oficial, estas jurisdicciones lograron mejoras sustanciales en sus marcos regulatorios, lo que les permitió salir del radar de mayor supervisión.
En paralelo, el GAFI también actualizó su propia lista de países con deficiencias estratégicas, donde Venezuela fue recientemente incorporada a la llamada «lista gris», sumándose a otras 18 jurisdicciones que, si bien presentan vulnerabilidades, han expresado su voluntad de trabajar activamente para subsanarlas.
Por otro lado, Corea del Norte, Irán y Myanmar siguen en la «lista negra», que reúne a los países con menor cooperación en materia antilavado.
Relevancia para el sector financiero y tecnológico
Este tipo de listados tiene un impacto directo en la operación diaria de bancos, plataformas de pago, empresas de tecnología financiera y actores del comercio exterior. Exige una revisión de políticas internas, ajustes en los sistemas automatizados de detección de riesgos y, en algunos casos, una reevaluación del apetito de riesgo frente a determinadas geografías.
En palabras de la Comisión Europea, la actualización busca “preservar la integridad del sistema financiero del bloque” y se alinea con una visión más amplia de transparencia, trazabilidad y gobernanza, que hoy atraviesa tanto al sector público como al privado.
Compliance proactivo: la oportunidad detrás del riesgo
Si bien estar en esta lista implica un nivel elevado de escrutinio internacional, también puede ser el primer paso hacia una transformación positiva. Varios de los países incluidos han manifestado su compromiso con procesos de mejora regulatoria y cooperación internacional. En este contexto, el compliance deja de ser solo un escudo legal para convertirse en un eje clave de posicionamiento económico.
Las empresas que operan en o con estas jurisdicciones tendrán ahora el desafío —y la oportunidad— de repensar sus sistemas de control, modernizar sus herramientas de monitoreo y robustecer la arquitectura de cumplimiento como parte de una agenda de sostenibilidad operativa e integridad institucional.
Fuente: https://www.eltiempo.com/mundo/venezuela/la-union-europea-incluye-a-venezuela-y-otros-otros-paises-en-la-lista-de-alto-riesgo-de-lavado-de-activos-3461962